Javier Sanz, como se le conoció, nació en Lucena (Córdoba) y tuvo una infancia itinerante siguiendo los destinos paternos en la carrera judicial. Recaló por León a los diez años (1902), donde comenzó el bachillerato, para volver como arquitecto del Catastro (1918), una vez terminados los estudios de arquitectura que había iniciado en 1912. Durante su adolescencia fue discípulo en La Coruña del pintor decimonónico Alejandro Ferrant y Fischermans (1843-1917) que le inició en la acuarela, técnica en la que llego a ser un consumado maestro.
Compatibilizó su fidelidad a una ciudad provinciana como León con el cosmopolitismo viajero y los hábitos bohemios, facilitados sin duda por la soltería.
Como arquitecto, y salvo alguna excepción menor, se mantuvo fiel a los principios estéticos derivados de las técnicas constructivas anteriores al acero o el hormigón armado, postura que le brindó una cómoda y fácil adaptación cuando en la fase inicial de la dictadura franquista el historicismo neoimperial se instituyó como estilo implícitamente oficial.
Sus edificios, generalmente ornamentados, exhiben fachadas de composición muy equilibrada y tendentes hacia la monumentalidad, siempre con un tratamiento refinado de los motivos decorativos, fruto muy probable de la educada sensibilidad artística que poseía. Estas dotes le sirvieron para responder con acierto a la reiterada posición conspicua de muchos de sus proyectos en el tejido urbano de la ciudad.
Entre sus obras fuera de León destacan el Pasaje de San Bernardo en Madrid y, sobre todo, el Gran Hotel de la Toja, en la ría de Arosa.
HOTEL ALFONSO V
Este hotel, llamado inicialmente Oliden, fue el primero en León con unos estándares propios del siglo XX, emplazado en un punto estratégico del Ensanche y dando fachada a un vial que entonces era tramo urbano de la carretera nacional 120, conocida popularmente como de Asturias.
CASA ARCE
Por su empaque y representatividad, la llamada popularmente “casa del coño” es un paradigma de los modelos residenciales y las tendencias estilísticas de la arquitectura española de la década de los 40 del siglo XX.
EDIFICIO C/ ORDOÑO II nº 35
El proyecto, como casi todos los de Javier Sanz, no destaca precisamente por la calidad de su documentación gráfica, escueta y de representación poco esmerada.
CASA DE D. VALENTÍN
La iniciativa de construir un edificio residencial en la prolongación de Ordoño II, al otro lado del Bernesga, junto al puente que lo salva, era a comienzos de la tercera década del siglo XX una apuesta inmobiliaria novedosa, y por lo tanto arriesgada, pues se localizaba en una zona de la ciudad desarrollad
EDIFICIO C/ REPÚBLICA ARGENTINA nº 12
Francisco Javier Sanz debía ser un arquitecto muy competente y con notable capacidad para ejercer la dirección de obra pues su evidente falta de esmero en la redacción de los proyectos contrasta llamativamente con la habitual brillantez del resultado.
EDIFICIO GRAN VÍA DE S. MARCOS nº 4
Una década después de proyectar el Hotel Oliden (hoy Alfonso V), Francisco J.
EDIFICIO C/ INDEPENDENCIA nº 1
En 1922 el arquitecto bilbaíno Federico de Ugalde proyecta, por iniciativa de las hermanas Dionisia y Teresa González Roldan, un edificio de almacenes, compuesto de planta baja y sótano, ocupando lo que ahora son dos solares diferentes: Legio VII nº 5 e Independencia nº 1.
TEATRO EMPERADOR
Por cronología, tamaño y pompa, la construcción del Teatro Emperador culmina la expansión de la empresa que monopolizó la exhibición cinematográfica en León, y por ende las representaciones teatrales, hasta el comienzo de los años 70 del siglo XX.
TEATRO TRIANÓN
Desde la Guerra Civil hasta la década de los 60 del siglo XX, con la generalización de la televisión, las salas de exhibición cinematográfica desempeñaron un papel de templos del ocio colectivo.